Dios. La fuente de todas las cosas buenas.

 No hay razón para enojarse con Dios cuando solo recibimos angustia, decepción, decepción y dolor por haberlo ignorado y hecho las cosas por nuestra cuenta. Al hacerlo, solo recibimos lo que alguien más tiene. Nosotros, por nuestra cuenta, no podemos darnos bendiciones buenas y duraderas, alegría, paz y plenitud. ¡No las tenemos fuera de Dios! Satanás solo puede darnos lo que él tiene: maldiciones, dolor, enfermedad, muerte, etc. Dios da vida, bendiciones y paz porque Él ES todas esas cosas. Satanás solo puede darnos una falsificación de esas cosas porque no es la fuente del verdadero amor, la paz, la bendición, la vida ni la verdad. ¡Qué arrogante es el hombre rechazar al dador de vida y bendición, y luego querer que Dios nos conceda bendiciones y vida! ¿Cómo es posible que Dios nos soporte? ¡Por Jesús! Su sacrificio y castigo, así es. Dios es misericordioso y abundante en amor, misericordia y gracia. Él no nos trata como merecemos, sino que nos colma de su amor incluso cuando lo rechazamos. ¿Cómo lo hace? Dándonos el aliento que respiramos. Él es un Dios bueno. Con él, no significa que todos los días serán de sol y arcoíris, sino que dará a quienes confían en él la gracia de resistir las tormentas con su presencia y sus promesas. ¡Piensa en eso hoy y elige permitir que Dios te llene de sí mismo!

¡Sé bendecido!