¿Qué pasa con los ángeles?

 El otro día, mientras leía la Biblia, me encontré con un versículo que me hizo preguntarme: "¿Será que Satanás espera nuestras palabras porque es un ángel?". Al fin y al cabo, eso es lo que hacen los ángeles del Señor. Según el Salmo 103:20, ¡los ángeles cumplen la palabra de Dios tal como se pronuncia! Así que, en el reino de las tinieblas, Satanás hace lo mismo. Vemos lo que son los ángeles en Hebreos 1:14: son espíritus ministradores. Esto no cambió cuando Satanás fue expulsado del cielo. Así como una copa no deja de funcionar por estar en un entorno diferente, Satanás y sus huestes demoníacas no han dejado de cumplir su función por no ser parte del reino de los cielos. Todavía necesita que digamos algo. Lo hace influenciando a la gente para que diga cosas que se alinean con el reino de las tinieblas. Esto movilizará a sus soldados demoníacos. ¿Por qué? Esto se debe a que Dios estableció el principio espiritual (ley) de que algo debe ser dicho para que suceda.

Desde el principio, los ángeles fueron creados para servir. Cuando un rey da un decreto, no es él quien lo ejecuta. ¡Sus oficiales o soldados lo hacen! Dios es el Rey de su reino. Sus ángeles son sus oficiales. Cuando él declara, se ocupan de hacer lo que él ha dicho. Así que, como dice el Salmo 103:20, los ángeles en el reino de Dios solo escuchan y obedecen su palabra. Si no estamos hablando su palabra, no pueden trabajar. Si los ángeles del cielo no se mueven porque no hablamos la palabra de Dios, eso sale del reino demoníaco. No hay zonas grises ni vacíos en el espíritu. Si no hablamos como Dios, automáticamente estamos hablando como Satanás, ¡y Satanás es todo oídos!

Como ciudadanos del reino de los cielos, tenemos acceso a las huestes angelicales celestiales. Ellos solo escuchan la palabra del Rey. Se adhieren a sus mandamientos. Mientras tú y yo hablemos lo que nuestro Padre, el Rey, habla, ellos escucharán y obedecerán.